Riesgo de parálisis del estado federal en Estados Unidos por la división de los republicanos

19 2024 septiembre / Reunión

A medida que se acercan las elecciones presidenciales de noviembre, Estados Unidos podría enfrentarse a una parálisis estatal (“cierre”), tras el fracaso de los funcionarios electos a la hora de ampliar el presupuesto gubernamental. Este miércoles 18 de septiembre, la Cámara de Representantes rechazó una propuesta para extender el presupuesto por seis meses, hasta marzo de 2025, debido a profundas disensiones internas dentro del Partido Republicano.

El presupuesto para el año fiscal 2025 debe adoptarse antes de finales de septiembre. Si no se hace esto, las consecuencias podrían ser graves: millones de funcionarios públicos serían despedidos, se suspendería cierta ayuda alimentaria y el tráfico aéreo podría verse gravemente perturbado.

Oposición dentro de los republicanos y presión de Donald Trump

A pesar de una estrecha mayoría republicana en la Cámara de Representantes, más de una docena de miembros del partido unieron fuerzas con los demócratas para bloquear la extensión del presupuesto. Un elemento clave de los desacuerdos es la adición de la “Ley Save”, legislación impuesta por Donald Trump, que exige que los votantes proporcionen prueba de ciudadanía al registrarse para votar en las elecciones federales.

Antes de la votación, Donald Trump había expresado claramente en su red social Truth Social que si los republicanos no obtenían la plena aprobación de esta ley, no deberían apoyar la ampliación del presupuesto. Incluso amenazó con alentar un “cierre” en ausencia de esta medida, aunque la administración Biden recordó que el voto de los no ciudadanos ya es ilegal en Estados Unidos.

La urgencia de un compromiso

Rosa DeLauro, electa demócrata para encabezar el Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes, criticó a los republicanos por su incapacidad para cumplir una tarea fundamental. Recordó que al Congreso le quedan pocos días para llegar a un acuerdo y evitar una parálisis gubernamental.

El resultado sigue siendo incierto mientras las divisiones dentro de los republicanos continúan paralizando las negociaciones presupuestarias, amenazando cada vez más la estabilidad de los servicios federales a medida que se acercan las elecciones de noviembre.