Fundados en 1978, los Gipsy Kings hicieron bailar a todo el planeta con éxitos como bamboleo, Djobí, Djobá y Vuelo. Con motivo de la publicación de su autobiografía La voz de un rey, habló Nicolás Reyes, cofundador y cantante del grupo. Reunión y comparte con nosotros algunos secretos y anécdotas sorprendentes…

Jérôme Goulon: Buenos dias Nicolas. Publicaste tu autobiografía. ¿Fue la música un lugar importante en tu vida desde tu infancia?
Nicolás Reyes: Sí. Tuve una gran infancia, donde desde muy pequeña, con mi hermano, veía cantar a mi padre. Así que desde muy temprano me arrulló la música. En nuestra familia tocaba la guitarra desde la mañana hasta la noche. 

Escribes que durante tu juventud preferías vagar por las calles y hacer música antes que ir a la escuela…
Sí. Tuve una infancia como la de todos los niños, nos divertíamos en la calle, jugábamos a la rayuela, pero andábamos muchas veces por la calle, siempre con una guitarra en la mano.

¿Sin quedarte solo?
No. Estaba la autoridad familiar de mi padre. Era especialmente importante no regresar después de las 20:00 horas de la noche. Nos llamó, nos silbó y nos pusimos firmes. No tenía sentido que llegáramos un minuto tarde.

En su libro menciona un tema que le es muy cercano, los gitanos, y lamenta que no hablemos lo suficiente de ciertas cosas, incluido el campo de deportados de Rivesaltes...
Sí. Muchos gitanos fueron deportados durante la Shoá y creo que no hablamos lo suficiente de ello. En los campos de concentración, se utilizaba a los gitanos para tocar música. Es un tema delicado, pero para mí era importante hablar de este campamento. Nos olvidamos mucho de la comunidad gitana en el mundo. Nos toman por personas que sólo hacen música. No estamos suficientemente integrados en la sociedad. 

“Michael Jackson habría escuchado una de mis canciones justo antes de morir. »

Volvamos a tu música. Hay una anécdota bastante increíble: Michael Jackson se habría puesto tu canción Un Amor en sus auriculares antes de recibir su inyección fatal y morir…
Sí. Según se informa, Michael Jackson escuchó una de nuestras canciones justo antes de morir. Fueron medios ingleses bastante confiables los que informaron esta historia. Solía ​​​​relajarse y tomar siestas mientras escuchaba música en sus auriculares. Al parecer, le encantaba escuchar la canción Un Amor, de Gipsy King. Y puede que haya sido la última o una de las últimas canciones que escuchó antes de morir. El hermano de Michael Jackson, Jermaine, incluso pidió reunirse conmigo para comprender la intensidad emocional de mi voz. 

La canción Un Amor también tendría un lugar muy importante con otra celebridad…
Sí. El director James Cameron le propuso matrimonio a su esposa en esta canción…

Estoy cambiando de tema. Tienes una habitación secreta donde guardas tus recompensas, pero dices que no es egocéntrica...
En efecto. En esta sala, hay guitarras a mi lado, discos de oro, etc. Es una habitación que me permite recargar pilas. Me siento bien allí y ahí es donde compongo. 

¿De qué trofeo estás más orgulloso?
¡El premio Grammy! 

Tema más doloroso: en tu libro hay un capítulo “Gitanos o no gitanos”, en el que hablas de los “falsos” Reyes Gitanos. No lo dices, pero imagino que te refieres a los ex integrantes de los Gipsy Kings, con los que tuviste un desacuerdo y que crearon un grupo similar, Chico and the Gypsies… ¿Eso sigue siendo una herida para ti?
Digamos que pasamos buenos momentos juntos. Teníamos un equipo fuerte, cada uno tenía su singularidad. Ya no estar juntos siempre provoca ciertos escalofríos.

¿Todavía hablan entre ustedes?
Seguimos en contacto, nos saludamos…

Y traer de vuelta a los integrantes de Chico and the Gipsies en los Gipsy Kings, ¿te parece?
No. No es posible terminar juntos... 

Después de todos estos años de carrera, ¿cuál es el mayor orgullo de tu vida?
¿Mi mayor orgullo? Que mis hijos y mis nietos tomen el relevo, y que después de mí sigan los Gipsy Kings. Y como a todos los artistas, me gustaría que mi voz siguiera siendo inmortal. 

¿Tienes algo que añadir para finalizar esta entrevista?
Sí. Hubo un increíble artículo publicado en el New York Times que cuenta una anécdota muy conmovedora, sobre todo cuando vemos lo que está pasando en el mundo. Las delegaciones israelí y egipcia se reunieron en un restaurante de Nueva York y el ambiente era muy tenso. En un momento, el DJ puso Djobi, Djoba y todos empezaron a bailar juntos. Me encanta esta historia. Cuando dicen que la música suaviza la moral, es verdad…