Juegos Olímpicos de 2024: se ha creado un campamento XXL para los soldados movilizados en Île-de-France

Para garantizar la seguridad de los Juegos Olímpicos de París 2024, en sólo 65 días se construyó un campamento militar de escala excepcional en el distrito 4 de París. Este lugar, situado en el césped de Reuilly, puede acoger hasta 500 de los 10 soldados movilizados en la región parisina durante los Juegos.

Una infraestructura no vista desde la Segunda Guerra Mundial

Este campamento efímero, el mayor construido por el ejército en Francia continental desde la Segunda Guerra Mundial, está formado por dormitorios modulares y diversas instalaciones para militares. Los dormitorios, alineados en estructuras negras y grises sobre pilotes, tienen capacidad para entre quince y dieciocho soldados cada uno. Cada soldado tiene una cama plegable, un armario de campaña y una silla.

La elección del césped de Reuilly, a la entrada del bosque de Vincennes, estuvo motivada por su proximidad a los principales lugares de competición olímpica en Île-de-France. “Un lugar ideal para una intervención rápida en diferentes lugares”, explica el general Christophe Abad, gobernador militar de París. El terreno, ya conectado a las redes de electricidad y agua, permitió una rápida transformación en un campamento militar.

Misiones variadas y esenciales

Los soldados alojados en este campo participan principalmente en la Operación Sentinel, patrullando las calles en misiones antiterroristas. Algunos también participaron en la limpieza de minas de la villa olímpica y en la seguridad de los barcos de la ceremonia inaugural. Aproximadamente 400 soldados del campamento están asignados a izar los colores durante las ceremonias de entrega de medallas.

El campamento “Cabo Alain-Mimoun”, llamado así en homenaje al ex soldado y campeón olímpico, se extiende sobre 31 m² e incluye 000 estructuras modulares. Estas estructuras, normalmente utilizadas para ferias comerciales, se han transformado en dormitorios con aire acondicionado. El recinto incluye también un restaurante con capacidad para 331 plazas en un solo servicio, bloques sanitarios, bares de refrescos, equipamiento deportivo, una pantalla gigante para seguir las pruebas olímpicas, una enfermería y una antena 2G.

Una misión de orgullo y vigilancia

Las condiciones de vida en el campamento son apreciadas por los soldados, que les facilitan el descanso entre patrullas, donde recorren una media de 20 kilómetros con una veintena de kilos de material. “Participar en la protección de los Juegos y del territorio nacional es un motivo de gran orgullo”, afirma el sargento Adrien del 8.º Regimiento de Paracaidistas de Infantería de Marina (RPIMa). El capitán Benoît también destaca la importancia de la coordinación con las fuerzas de seguridad internas para garantizar una misión eficaz y sin grandes incidentes.

La acogida por parte de la población y de los turistas es muy favorable, añade el capitán Benoît, lo que contribuye a mantener la moral de las tropas. A pesar de la ausencia de incidentes importantes directamente relacionados con los Juegos, los militares permanecen vigilantes hasta el final del evento.

Hector m.