Elección del Primer Ministro: los constitucionalistas divididos sobre la gestión de Emmanuel Macron

Desde el final de las elecciones legislativas el 7 de julio, Francia sigue en un callejón sin salida institucional, a pesar de dos días de entrevistas en el Elíseo. Emmanuel Macron decidió este lunes no formar un gobierno compuesto únicamente por el Nuevo Frente Popular (NFP), aunque este último obtuvo el mayor número de escaños. El presidente consideró que un gobierno así sería “inmediatamente censurado” en la Asamblea Nacional por otros partidos políticos, comprometiendo así la “estabilidad institucional”. Pidió a los partidos de izquierda, a excepción de La France insoumise, que demuestren “responsabilidad”.

Esta situación plantea interrogantes sobre el papel constitucional del presidente en este contexto de crisis. Según informa el Senado Público, para Anne-Charlène Bezzina, profesora de derecho público, el comunicado de prensa del Eliseo sigue siendo “muy constitucional”, recordando el papel de árbitro del presidente definido por el artículo 5 de la Constitución. Sin embargo, señala que Macron parece estar "jugando un juego parlamentario", interfiriendo en las negociaciones para evitar un rápido derrocamiento del gobierno, lo que tradicionalmente no es el papel del presidente.

https://www.publicsenat.fr/actualites/institutions/choix-du-premier-ministre-ce-que-pensent-les-constitutionnalistes-de-la-prolongation-de-lattente

Denis Baranger, profesor de Derecho público, subraya que la situación actual podría resumirse como un “juego de salón” entre las prerrogativas presidenciales y el poder de censura de la Asamblea. Cree que Emmanuel Macron no sólo actúa como árbitro, sino que influye activamente en el proceso utilizando su prerrogativa de nombrar al Primer Ministro. Para Baranger, el NFP no tiene un derecho automático a gobernar, a pesar de su número de escaños, porque el gobierno parlamentario requiere una mayoría de apoyo, no simplemente ser el primero.

Jean-Philippe Derosier, otro especialista en derecho constitucional, critica la lentitud del proceso y considera que Macron debería haber actuado antes para evitar que la situación empeorara. Según él, la ausencia de gobierno debilita el equilibrio de las instituciones y fortalece desproporcionadamente el poder presidencial. Derosier también critica al NFP por intentar imponer su programa sin disponer de los medios necesarios para hacerlo.

Alicia Leroy